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Bienvenidas y bienvenidos a NTJ o No Tenemos Jefe, el podcast donde hablamos de emprender con valores o de cómo socavar la democracia por no aplicar el perfeccionismo, ¡lo que nos dé la gana! Podemos ir de lo más técnico a lo más banal… si es que socavar la democracia es banal. 😱
¿Y quiénes hacemos este podcast? Pues Alberto González, Adrià Tarrida, Roberto Aresena y Valentí Acconcia, todos emprendedores y convencidos de que, como decía Winston Churchill, la democracia es la peor forma de gobierno exceptuando todas las otras que se han probado.
Empecemos con el tema de hoy que, como habéis podido comprobar, es el del perfeccionismo y su relación con emprender con valores.
Este es el primer episodio sugerido por nuestra querida audiencia. En concreto nos lo ha sugerido Eva Polio de Cocoro, ¡muchas gracias! Ya sabéis que nos encanta que nos digáis cositas, así que ya tardáis. Eva quería saber nuestra opinión sobre cómo se relacionan el perfeccionismo y emprender. Dijo, muy acertadamente, que hay que mantener un delicado equilibrio. Por un lado hay que aplicar el ‘venga va, lo hago, lo publico, lo lanzo al público’ y por el otro hay que aplicar también el ‘quiero que esté muy bien este contenido, ya que esto es mi fachada’.
Os cuento mi experiencia al respecto del perfeccionismo. Con mi vídeo blog llevo ya más de 460 episodios lanzados. El otro día estaba repasando algún episodio de los primeros 100 que lancé. Y pensaba, ¡vaya desastre! No me gustaba mi aspecto, mi dicción, mi forma de explicar. Pero pensemos una cosa, sin esos primeros 100 episodios nunca hubiese llegado al 460. Así que, a pesar del perfeccionismo que tengo, conseguí avanzar y eso es lo que cuenta. Y ahora ya sí, sin más, vamos a por el episodio de hoy, liderado por Adrià Tarrida.
Sección: El perfeccionismo
Prácticamente el mismo día que Eva nos lanzaba la pregunta, Alberto mandó un articulo al grupo de Whatsapp que tenemos que se llamaba: No sirvas pizza quemada (y otras lecciones sobre construir un Producto Mínimo Amable) – amable en el sentido de que se deje querer, no de ser simpático y bien educado.
Y aquí abro un paréntesis para explicar que en el mundo del Lean Startup (emprender de manera ágil o ligera) se habla mucho del Producto Mínimo Viable (Minimum Viable Product o MVP por sus siglas en inglés). Es decir el producto que lanzamos debería ser nuestro el prototipo más rápido y más barato posible, que cumpliese con la función que queremos probar en el mercado.
El artículo que mandaba Alberto era una crítica a esta filosofía de moverse rápido y romper cosas, con el juego de palabras MLP (Mimium Lovable Product) vs. MVP (Minimum Viable Product). Si servimos pizza quemada a nuestros comensales, sólo aprendemos que no les gusta la pizza quemada. Puedes aprender mucho más si basas tu experimento en un producto que se acerca más al que tu audiencia podría amar (un Producto Mínimo Amable, es decir «lovable»). El artículo pasa a detallar los pasos para hacer este MLP, pero para no alargarnos demasiado, lo dejamos para otro episodio.
Otro lema en Silicon Valley, y concretamente de Mark Zuckerberg es el de ‘Move fast and break things’: muévete rápido y rompe cosas. Ya vemos los problemas que le ha traído a Facebook. Y no por nada este lema dejó de ser el de la compañía en 2014. De hecho se han escrito infinidad de posts y hasta libros sobre este lema y las consecuencias que esta filosofía acarrea – en el caso de Facebook se les ha acusado de acorralar la cultura y socavar la democracia. ¡Casi nada!
Por otro lado tenemos a Seth Godin, del que ya hemos hablado por aquí, gurú del marketing (del marketing del bueno, ¿eh?, no del de clickbait) y que a mi parecer tiene el mejor podcast del mundo, Akimbo. Uno de sus varios temas recurrentes es el de ‘shipping’, es decir enviar, en el sentido de lanzar un producto, un servicio o incluso un artículo en nuestro blog.
En concreto os enlazamos Fear of shipping. Creo que acierta perfectamente con los sentimientos que todos tenemos antes de clicar en el botón de publicar. Resumiendo: Cada vez que alzamos la mano, enviamos un email, lanzamos un producto o hacemos una sugerencia estamos expuestos al criticismo. No solo al criticismo, sino las consecuencias negativas que llegan con malgastar dinero, con hacer enfadar a alguien o con hacer el ridículo. Pero en realidad, la alternativa es una vida enrollados en una bola, con tedio y fracaso. Entonces ¿por qué alimentar a nuestros miedos? Todo el mundo tiene miedo… ¡hay que lanzar nuestras ideas!
Podríamos continuar durante horas y horas con conceptos como el de ‘parálisis por análisis’ pero para ir agilizando, os comento lo que yo pienso sobre el perfeccionismo.
Mi conclusión personal es que no podemos esperar a tener un producto perfecto y que lo que podemos aprender de poner nuestro producto en manos de nuestros usuarios tiene mucho más valor que intentar perfeccionarlo sin exponerlo a nuestra audiencia. Pero por otro lado, lo que no podemos hacer es decepcionar a nuestra audiencia con pizza quemada. ¡O socavar la democracia! Así que lo importante es lanzar cuanto antes nuestro MPL, ¡pero no demasiado pronto! Va a haber errores, cosas a mejorar, deberemos pensar en las posibles consecuencias de lo que lanzamos, pero sólo cuando lancemos vamos a saber si nuestras suposiciones son ciertas o no.
¿Qué os parece?
Preguntas
- ¿Cuál es la vuestra relación con el perfeccionismo? Porque creo que tenemos a algún perfeccionista hoy por aquí…
- ¿Tenéis algún ejemplo de haber lanzado demasiado pronto en vuestros proyectos personales?
- Tomemos como ejemplo este mismo podcast… ¿cómo nos enfrentamos a nuestro propio perfeccionismo?
- ¿Teníais miedo de levantar la mano en clase y preguntar?
Enlaces del episodio
- MVP en Wikipedia.
- Lean Startup en Wikipedia.
Gracias por estar ahí, al otro lado del micro. Nos despedimos hasta el miércoles que viene a las 12:12 horas. Aunque nos podéis escuchar cuando os dé la gana, que para eso esto es un podcast.
¡Hasta el miércoles que viene, os deseamos muy buenas y creativas jornadas!
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