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Bienvenidas y bienvenidos a NTJ o No Tenemos Jefe, el podcast donde hablamos de emprender con valores o de fracasar, ¡lo que nos dé la gana! Podemos ir de lo más técnico a lo más banal… si es que hablar del fracaso es banal. 😍😭
¿Y quiénes hacemos este podcast? Pues Alberto González, Adrià Tarrida, Roberto Aresena y Valentí Acconcia, todos emprendedores que hemos fracasado alguna que otra vez… ¿os parece increíble? Pues lo veremos…
Empecemos con el tema de hoy que, como habéis podido comprobar, es el fracaso. ¿Se puede emprender sin fracasar? La respuesta corta es que no. Emprender y fracasar son conceptos complementarios, uno no se entiende sin el otro. ¿Por qué digo esto? Vamos a verlo.
Una vez un gran amigo, que ahora mismo tengo muy cerca (al otro lado del micro) me comentó que cualquier niño o niña estaba emprendiendo todo el día. Aprender a montar en bici es asumir riesgos y asumir que te vas a caer, pero a la vez la ilusión de montar en bicicleta es lo que hace a la pequeña persona superarse y lograr su objetivo. Pues bien, no encuentro mejor definición de lo que es emprender. Y, como veis, esa definición va íntimamente unida al concepto de fracaso. ¿Puede una niña o un niño aprender a caminar sin caerse? No. ¿Puede aprender a nadar sin enfrentarse al miedo de no poder hacerlo? No. ¿Puede aprender idiomas sin equivocarse nunca? Tampoco.
Otra gran falacia es la que sitúa a emprendedoras y emprendedores en un nivel superior. Como si fuesen divinidades superiores al trabajador por cuenta ajena. Pues no, no es así, básicamente porque todo ser humano lleva dentro la naturaleza emprendedora, desde que nacemos. Lo que ocurre es que al sociabilizarnos vamos perdiendo las ganas de arriesgar y ganamos en miedos y bloqueos. De igual modo la sociedad machista, como veíamos en el episodio de hace unas semanas, promueve que los niños se arriesguen más que las niñas. Y así vamos, como decía Eva en dicho episodio, estamos desaprovechando a gran parte de más de la mitad de los cerebros del planeta.
Pues en este contexto, sabiendo que emprender y fracasar son cosas que van ligadas íntimamente, nos vamos a por la sección de hoy liderada por un emprendedor de la cabeza a los pies. Hablo del gran Rob, de Roberto Aresena.
¡Vamos con la sección!
Sección: El fracaso
Antes de nada, me gustaría agradecer a Valentí por su introducción. Me ha encantado y aprecio muchísimo cada una de sus palabras. En momentos duros, como ya he comentado varias veces, ha sido una persona muy importante para mi.
Dicho esto, vamos al grano. El fracaso. He de decir que esto no es un capítulo ni mucho menos fácil pero puede que precisamente sea eso lo que me motive a hacerlo. Hoy quiero hablar de como yo, Rob, el tío vegano pesao de los valores de NTJ se ha cruzado (y bastante bien) con el fracaso. Y básicamente quiero hacerlo porque, para mi, es una forma de ilustrar bastante bien qué es No Tenemos Jefe.
No sé si percibirá simplemente escuchándonos cada semana pero, al menos en mi caso, por lo que había cotilleado sobre Adrià y Alberto antes de conocerles es que eran tal cual como Valentí, personas honestas y lo que se llama una “buena persona” con las que merece la pena juntarse y rodearte. Por eso, creo desde el principio que, a pesar de la cantidad de podcasts que hay ahí fuera, en No Tenemos Jefe somos diferentes.
Es por ello, ahora cuando todo no ha ido ni mucho menos como se estimaba, me apetece contarlo. Me apetece tirar de eso que me gusta y quiero aprender: la transparencia y decir las cosas claras.
A la dificultad de hablar sobre el tema, se añade que no sabía bien del todo cómo plantear el capítulo. Así que decidí investigar y ponerme al tajo para buscar distintos frameworks, teorías o posts de gente que ya haya hablado alguna vez de nuestro buen amigo, el fracaso. En fin, me he empapado de todo lo que he podido y consultado algunos post-mortem pero, al final, me tiro a hacerlo a mi manera. He de decir que en más de una ocasión en la que estaba planteándome todo, he tenido que volver a leerme el primer párrafo que apunte sobre porqué hacer este episodio porque ya no sabía ni el objetivo de lo que estaba haciendo y hasta me preguntaba ¿estaré fracasando mientras intento plantear un episodio de como he fracasado?
En fin, vamos al grano que quiero que sea rápido y conciso (y no lo estoy siendo). Asi que ¡vamos al grano ya! ¡Valentí, dame un grano!
Pongamos un poco de contexto
Creo que se ha intuido indirectamente pero este capítulo lo he planteado porque:
- Roberto tiene una idea de negocio: accesorios de cuero vegano. Desarrolla el primer producto: mochila de estilo funcional con cuero sostenible y vegano.
- Lanzamos nuestra campaña de Kickstarter de la que hablamos en otros episodios.
- Objetivo: £13,400 / €15,170
- Días para conseguirlo: 40
- Resultado: Solo £8100 recaudadas con 28 mecenas y, por tanto, campaña de Kickstarter fracasada. Es decir, ningún mecenas acaba pagando y nosotros no recibimos nada puesto que el proyecto no se llevará a cabo.
¿Fracaso? Aquí podemos tener varias interpretaciones y podemos verlas. Pero si considero que es un fracaso, es un fallo al fin y al cabo en algo (cosas que iremos viendo). Pero quiero utilizar esa palabra porque no quiero adornarlo de ninguna otra forma, hemos fallado, nos hemos equivocado y hemos fracasado y no pasa nada (sí, esto lo digo también así porque me ayuda a mi mismo jajaja es todo una bola).
Cosas… ¿malas?
Es obvio que el fracaso está claro pero quiero ser más explícito y analizar realmente las consecuencias que esto nos trae así como algunos fallos claros que podemos haber tenido.
Fallos que tenía presentes
Una de las cosas que más me duele es haber podido cometer fallos en cosas que tenía muy claras aunque al mismo tiempo, considero que esto es un aprendizaje. Me explico: yo me embarqué en esto de “emprender” cuando estaba en Cuarto de la ESO, por aquel entonces yo quería ser director de cine. En ese momento, descubrí el podcast de Marketing Online de Joan Boluda y me puse a escuchar, leer y más leer sobre Marketing Online. En fin, leerse los típicos libros de emprendimiento (Lean Startup, El libro negro del emprendedor, etc.); a seguir aprendiendo a manejar WooCommerce (creando tiendas falsas) y WordPress; y haciéndome cursos sobre todo el meneo. Y hay cosas que en tu cabeza, empiezan a estar muy claras: empieza con lo mínimo, testea, si tiene mercado adelante, como gestionar el email marketing, etc.
Y después analizo que he cometido errores de primero de marketing porque he perdido el foco. Uno de ellas es el email marketing o la gestión de la comunidad que ya hablé en el capítulo de Newsletter o incluso en el desarrollo de un diseño adecuado al target y el mercado al que vamos.
Target, precio o diseño no adecuado.
Estos sería los tres puntos claves que podemos tomar como análisis de donde hemos podido cometer los fallos más grandes. Creo que todo no solo se basa en un factor y estoy convencido que afecta mucho. De hecho, puede que la situación hubiera sido totalmente distinta si como habíamos estado trabajando todos estos meses hubiéramos conseguido el 100% del objetivo en las primeras 48 horas pero no fue así.
La cosa es que no hemos ido mal encaminados pero entre que era nuestra primera empresa, era un producto de un sector con el que no teníamos ni idea (tampoco la hubiéramos tenido de otros) y todos los errores y hostias que esto supone, nos ha hecho perder el foco. En los inicios, para desarrollar nuestra primera mochila, hicimos una encuesta para preguntar a los consumidores de mochila qué características necesitan más así como lo que más les gusta. Estos datos los tomamos de referencia pero no les hicimos caso infinito puesto que debíamos recopilarlos directamente de nuestro target: un consumidor que quiere seguir llevando una mochila de cuero con estilo pero no quiere ni contaminar ni matar a un animal para ello. En ese momento, yo estaba en Warwick Incubator (una incubadora del Reino Unido) así que lancé la encuesta a la comunidad vegana de allí y recopilamos datos muy interesantes de gente que sí era nuestro target (gente que le gusta vestir bien y es vegana). En base a esto, empezamos a desarrollar el producto y tuvo muy buena acogida. Sin embargo, se trata de un producto con un precio alto de producción y más todavía en nuestro caso que no podíamos producir grandes cantidades.
Para entonces, teníamos claro que para testearlo bien e incluso poder “escalarlo” y producir más de las unidades mínimas requeridas una campaña de crowdfunding era el camino idóneo. No obstante, puede que antes de haber empezado a desarrollar en profundidad toda esa campaña no debíamos habernos basado solo en emails de gente interesada y el feedback de comentarios sino haber llevado al potencial consumidor prácticamente al paso final del proceso de compra para saber si realmente por el precio al que ese producto se puede adquirir, estaba interesado. O mejor aún, no solo de sus palabras sino comprobar que ese diseño que nosotros habíamos creado era acorde a aquel que ese cliente potencial vegano y que le gusta vestir con estilo es el que quiere.
Muy lentos
Esto va influenciado por nuestro desconocimiento en todos los aspectos. Igual que planteé antes tampoco quiero culpabilizarme por esto pero sí que está un poco relacionado con lo anterior. Es decir, debíamos haber intentado facturar algo del consumidor potencial final cuanto antes para comprobar si el producto tal como estaba planteado para montar una campaña de crowdfunding y venderlo en nuestro ecommerce era el ideal o teníamos que modificarlo.
Proyecto fracaso en Kickstarter
Después de todo el esfuerzo durante meses y constantes mensajes a la comunidad interesada que el proyecto fracasé en Kickstarter, no ayuda mucho a nuestra imagen de marca. No quiero engañarme y aunque el potencial de daño no sea enorme si que hay que tener presente que puede generar cierta desconfianza en la marca y en la idea de negocio. De primeras, no nos pone las cosas fáciles.
Dinero
Trabajando con David Pombar y Alberto Molpeceres en MasQueStartups fue uno de los lugares donde más me ayudó a aprender de gente que ha tenido éxito y cómo ha gestionado estratégicamente su compañía. Y una de las cosas que bien recuerdo de una de las entrevistas que hicimos por aquel 2018 fue la frase “para hacer un crowdfunding decente hay que gastarse buena pasta”. Y es cierto, reduces mucho el riesgo y no es ni mucho menos el coste monetario que te supondría hacer toda la producción de producto (al menos en nuestro caso) y ponerlo a la venta, pero es dinero. Así que hay que ser realistas y contar como una consecuencia que durante todo este tiempo hemos gastado recursos en preparar el video del crowdfunding y la campaña en sí.
ROI (Return on Investment) y beneficio obtenido
A pesar de este gran golpe y fracaso, creo que hemos sacado muchas cosas buenas y considero que he tenido un retorno de la inversión. Evidentemente, no monetaría pero si me pongo a pensar porque hace 5 años yo ya quería montar una empresa cuanto antes era porque quería empezar a fracasar cuanto antes. Creo (aunque luego lo debatiremos más adelante) que cuando más se aprende es cuando tú mismo te pones al tajo y manos a la obra. De cada error, entiendes mejor todo y se aprende como de ninguna de las maneras. Por ello, creo que sería ser iluso decir que cambiaría muchas de las decisiones que he tomado (a toro pasao…) puesto que todo ha pasado conforme tenía que pasar y en base a mi experiencia nula. Por todo esto, he analizado que he sacado de positivo en todo este camino hasta ahora:
Conocí a Valentí Acconcia.
Esto no es ninguna coña. Yo sería el típico chico de los que se mofaría Al. Yo era (y soy) un puto fan loco de este señor. Jamás hubiera creído que tras un programa de Veganismo le hubiera enviado un email, le hubiera gustado nuestra idea, nos hubiéramos hecho amigos y hasta el hubiéra dicho que quiere ser socio de Ulvmand. Para mi, aunque parezca ridículo, esto es un sueño cumplido. Es una persona que admiro y ha sido otro más de mis mentores online durante todo este tiempo y es literalmente un increíble ROI que no podemos valorar en dinero (Bueno, podríamos pero no voy a meterme aquí jajaja).
Me presenta a Alberto y Adrià para contar conmigo en NTJ.
Para mí, ahora mismo, el mejor retorno que he tenido. Desde hace tiempo, tengo muy claro que debo juntarme con personas que realmente aporten a mi vida y que me aporten. Y no es ninguna coña y elogio que que Valentí me haya presentado y, al menos por mi parte, considere a los dos ahora mismo grandes amigos es para mi una pasada. Sino hubiera seguido el camino que he seguido hasta ahora esto no hubiera pasado. Ambos son, como bien he dicho antes, esas “buenas personas” que sé que van a aportarme mucho tanto profesionalmente como personalmente. Y honestamente, esto no podemos ponerle valor.
He aprendido mucho de crowdfunding.
Tal vez parece absurdo porque hemos fracaso. Pero aún así creo que sé y entiendo muy bien como debes plantear una campaña. En mi caso, considero…
Mejor conocimiento del mercado.
¿Porqué optamos porque nuestro primer artículo de cuero vegano fuera una mochila? Porque tanto mi socio, Berna como yo somos de Alicante y teníamos “ciertos” contactos dentro del sector de fábricas y diseño de bolsos. Cierto es que luego esto nos ha servido pero no mucho porque hemos llegado a hablar con fábricas de otros países y fuera de nuestra comunidad. Pero aún así por aquel entonces nos era mucho más fácil empezar por este producto que por un cinturón o una cartera (aunque ahora lo vemos con otros ojos).
Podemos hacerlo mucho mejor.
- Esto no es nuestro primer “fracaso” → Parón de la campaña
- Frustración después de ver todo el esfuerzo.
- A pesar de todo, nada nos ha matado.
- Pero a mitad de campaña → Plan B → Podemos hacerlo mejor
- Como bien me pasó Adrià sobre uno de los textos de Seth Godin: “Gracias, espera a ver que sigue”.
En fin, hasta aquí mi análisis y experiencia compartido. Espero no haber dado mucho la tabarra y ¡dale Val a la sección de debate!
Debate y preguntas
- Como he comentado antes, en un inicio yo tan feliz buscaba el fracaso porque creo que es de las mejores formas de aprender ¿qué opináis? ¿Es bueno el fracaso? ¿es necesario? La respuesta creo que va a ser obvia: “depende” 😉 En Silicon Valley se ha puesto al fracaso en un pedestal, hasta el punto de estar sobrevalorado. Fail forward.
- Por otra parte, creo que hay que tener también mucho cuidado con cómo se vende el fracaso ¿tiene un límite? ¿cómo creéis que se debe gestionar el fracaso? ¿es humo lo que se vende por culpa de la cultura estadounidense sobre el fracaso? ¿qué opináis sobre esto? ¿Cómo creéis que se debe analizar el fracaso? Es difícil, y es un hecho que muchas empresas fracasan por más de un motivo. Os enlazamos un artículo de CBinsights y sorpresa… los porcentajes suman más del 100%.
- ¿Os atrevéis a compartir también vosotros alguna situación en la que hayáis fracasado?
Enlaces extra del episodio
Gracias por estar ahí, al otro lado del micro. Nos despedimos hasta el miércoles que viene a las 12:12 horas. Aunque nos podéis escuchar cuando os dé la gana, que para eso esto es un podcast.
¡Hasta el miércoles que viene, os deseamos muy buenas y creativas jornadas!
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