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Bienvenidas y bienvenidos a NTJ o No Tenemos Jefe, el podcast donde hablamos de emprender con valores o de cobrar por trabajar, ¡lo que nos dé la gana! Podemos ir de lo más técnico a lo más banal… si es que cobrar por trabajar es banal. 💰😎
¿Y quiénes hacemos este podcast? Pues Alberto González, Adrià Tarrida, Roberto Aresena y Valentí Acconcia, todos emprendedores que cobramos por nuestras horas de trabajo. ¿No os lo creéis? Pues seguid leyendo…
Empecemos con el tema de hoy que, como habéis podido comprobar, es el cobrar o no por lo que nos apasiona, que en el caso de emprendedores suele coincidir con a lo que nos dedicamos.
Bien, voy a explicar una anécdota, como siempre. Hace años rodó por Internet un vídeo donde se veía a diversos profesionales de servicios en situaciones muy extrañas. Por ejemplo, una persona iba a la peluquería y le decía a la peluquera, “oye, vengo para probar, ¿eh? Si te parece me cortas el pelo hoy y si me gusta ya vendré y te pagaré más adelante, ¿de acuerdo?”. Luego se veía a alguien yendo a un taller mecánico y diciéndole a la mecánica, “¿te parece si me reparas el motor y te pago cuando haya hecho 1.000 kilómetros más? No te preocupes que voy a hacer muchos más kilómetros, ya vendré de nuevo a tu taller. Plantéatelo como una inversión, ahora inviertes en un cliente que luego te dará mucho trabajo.” ¿Verdad que suena surrealista? Pues es algo que en otros terrenos ocurre. A diario. ¿Cuántas veces nos han dicho a los profesionales del marketing digital de trabajar a riesgo? ¿De no cobrar por asesorar? ¿Por compartir lo que sabemos? ¿Por realizar nuestros diseños, vídeos, gestión de redes…? Es algo tristemente habitual y que deberíamos evitar. Por eso hoy hablaremos de eso, de no trabajar sin cobrar.
¡Empezamos!
Sección: Cobrar (o no) por trabajar
Empecemos con buena miga. No pagar el salario debido a un trabajador se considera una infracción muy grave según el Estatuto de los Trabajadores. Entonces, ¿por qué una persona que trabaja como autónoma tiene que sufrir situaciones de trabajo sin cobrar? No tiene ningún sentido. Pero ocurre, y os lo diré claramente, la mayor parte de las veces es culpa de la persona autónoma. ¿Cómo? ¿Qué? Pues sí.
Como dice el gran Álex Martínez, “Say NO!”, es decir, debemos aprender a decir que no. Un ejemplo clásico es el típico taller de formación que te proponen a 1.000 kilómetros de distancia de tu casa. ¿Acaso se cuenta en la propuesta el tiempo que inviertes en desplazarte? ¿Se tiene en cuenta la cantidad de oportunidades que pierdes al dedicar un día o dos enteros a un cliente para hacer dicha formación? No suele tenerse en cuenta a no ser que se ponga sobre la mesa. Y es responsabilidad de la persona que realizará la formación el poner sobre la mesa este asunto. En el momento de presentar la propuesta al cliente. Y si no se aceptan las condiciones, lo mejor es decir no. Por ejemplo, si dicho taller es de una hora, pero en desplazamientos en tren tardas 12 horas en ir y volver al sitio, lo lógico es que no sólo cobres las horas de formación en tu propuesta. Además de cobrar desplazamiento o alojamiento deberíamos tener en cuenta esas horas de dedicación parcial por los desplazamientos que realizamos. Y en especial debemos considerarlo no sólo por las horas que dedicamos a desplazarnos, también por las horas que no podemos dedicar a otros clientes. Y que nos suponen lo que conocemos como coste de oportunidad.
El coste de oportunidad sería el valor de la mejor opción no realizada. Por ejemplo, si tomamos como referencia la situación explicada anteriormente, el coste de oportunidad sería hacer otra formación a 30 kilómetros de tu casa por el mismo precio hora que el que te pagan por hacer la formación a 1.000 kilómetros. ¿Y por qué tendría más valor hacer el taller a 30 kilómetros? Es evidente, ¿no? Porque no tendrías que dedicar 12 horas a desplazamiento y otras tantas más a alojarte fuera de casa, lejos de tu oficina, etcétera.
Otro coste de oportunidad que yo ahora valoro mucho es el de estar con mi familia y seres queridos. Especialmente desde el momento en que fui padre. Te das cuenta de que un trabajo no pagado o mal pagado también te quita tiempo de ocio, de familia, de descanso… Y eso sí que es un coste de oportunidad alto, ya que no hay nada con más valor que el tiempo en esta vida limitada que tenemos. Pensad en ello.
Y ahora hablemos del miedo. Sí, sí, del miedo. La gente suele aceptar condiciones draconianas o trabajar sin cobrar sólo por el miedo a quedarse sin trabajo o no tener un cliente en cartera. Pero pensad una cosa, si actúas con miedo atraes siempre lo peor. Y esto no es una excepción. Si te frenas por miedo a no tener, acabarás teniendo menos. Y no hablo sólo de dinero, hablo de tiempo. Por eso es tan importante hacer la siguiente reflexión. ¿Es mejor tener 10 clientes que pagan mal o 5 clientes que pagan bien? Yo lo tengo muy claro, me quedo con 5 clientes. Hecha esta reflexión, cuidado con aceptar a clientes que ya empiezan con condiciones especiales desde el minuto cero. Si ya empiezan proponiendo que trabajes a riesgo es que no valoran lo suficiente tu trabajo. Y eso no suele ser el principio de una relación fructífera. Cada uno puede valorar como quiera tu trabajo, eso es libre, pero tú también eres libre de aceptar o no aceptar un cliente o una propuesta que te haga.
Además, un tema importante es ser consciente de que el precio y las condiciones de un servicio las pone quien provee dicho servicio. ¡No quien lo consume! Y esto a veces parece que es al revés. Y no debe ser así. Que nadie te diga lo que puedes cobrar o no, que decidan si te quieren pagar o no el precio que propones. Y listo. Es como si alguien fuese a comprar un iPhone a Apple y en la tienda dijese: “Oye, no me parece bien este precio de 1.000€, creo que estáis fuera de mercado, además he visto otros que venden lo mismo por menos. ¿Sabéis qué? Os propongo pagar 250€ por el iPhone y si el producto me gusta ya os pagaré 250€ de aquí tres meses y el resto lo dejamos pendiente, a riesgo, lo pago si el teléfono me convence del todo en 3 años de uso.”. Supongo que comprenderéis que si eso ocurriese la persona sería amablemente acompañada a abandonar la tienda de Apple. O quizás no tan amablemente. ¿Quién fija el precio y las condiciones de venta de un iPhone? Pues Apple. Y el consumidor es libre de aceptarlas o no. Ahí está la libertad de cada parte. Quien crea el producto o servicio es libre de fijar un precio y unas condiciones, y quien lo va a comprar es libre de aceptarlas o no.
En 2011, en plena crisis, el diario Expansión hablaba de una nueva moda. La de aceptar trabajo sin cobrar. En dicho artículo del famoso diario se mencionaba una frase de la revista Fortune que dictaba lo siguiente: “Quienes trabajan gratis tienen más ambición, más hambre que aquellos que perciben un salario. Y además son más creativos”. Pues oiga, yo no lo veo. Está claro que el hambre agudiza el ingenio, que seguramente quien está dispuesto a trabajar sin cobrar lo hace por necesidad, o por miedo como hablábamos antes. Y el miedo o la necesidad pueden hacer que estés más motivado por salir de la situación en la que te encuentras. Pero ligar creatividad a eso, no sé yo. Qué queréis que os diga, yo trabajo mejor y soy más creativo cuando estoy tranquilo, equilibrado, relajado. ¿Os ocurre lo mismo? Me parece que estamos en el momento adecuado de pasar a la sección de debate y preguntas. Así que vamos a por ello.
Debate y preguntas
- ¿Qué diferencias hay entre España y UK?
- ¿Trabajáis mejor con miedo, por necesidad o por pasión y con calma?
- ¿Os han planteado trabajar a riesgo alguna vez? ¿Qué hicisteis?
- ¿Trabajaríais a riesgo en algún tipo de proyecto? ¿Por qué?
- ¿Si alguien os dice que sois caros, qué contestáis?
- ¿Ficharíais a alguien sin pagarle, aunque fuese estudiante?
- ¿Si alguien no quiere cobraros por sus servicios, qué hacéis?
- ¿Preferís ir a lo seguro o buscar una oportunidad?
Gracias por estar ahí, al otro lado del micro. Nos despedimos hasta el miércoles que viene a las 12:12 horas. Aunque nos podéis escuchar cuando os dé la gana, que para eso esto es un podcast.
¡Hasta el miércoles que viene, os deseamos muy buenas y creativas jornadas!
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