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Bienvenidas y bienvenidos a NTJ o No Tenemos Jefe, el podcast donde hablamos de emprender con valores o de comportarse estoicamente, ¡lo que nos dé la gana! Podemos ir de lo más técnico a lo más banal… si es que hablar del estoicismo es banal.
¿Y quiénes hacemos este podcast? Pues Alberto González, Adrià Tarrida, Roberto Aresena y un servidor, Valentí Acconcia, todos emprendedores estoicos (o eso creemos, lo comprobaremos en este episodio).
Empecemos con el tema de hoy que, como habéis podido comprobar, es el estoicismo.
Pero antes, hoy es el último episodio de la temporada. La misma edad de Cristo cuando murió.
Ser libre en un mundo de esclavos, enfrentarse a lo aparentemente imposible, sobreponerse a cualquier adversidad… ser estoico. ¿Os parece atractivo? En el fondo estamos constantemente bombardeados por mensajes para ser mujeres y hombres fuertes, independientes, con carácter… pero la realidad parece muy alejada de estos parámetros. Sólo hay que observar cómo se llena un concierto de la última estrella de pop. O cómo se pone de moda una tendencia y todo el mundo la aplica (eo, que yo llevaba barba antes de que se pudiese de moda). ¿Cómo tener carácter en esta época donde casi todo el mundo se deja llevar por la tendencia mayoritaria?
Tener carácter es importante, por muchos motivos. Si, por ejemplo, observáis que todo el mundo se quita la mascarilla para salir a la calle en tiempos del Covid-19, ¿qué haríais? Seguiríais la corriente o haríais caso de las autoridades. A veces comportarse estoicamente no tiene nada que ver con ser rebelde. En ocasiones el mayor acto de rebeldía puede ser comportarse de forma acorde con las normas.
Al final de lo que hablamos aquí es de ser fiel a aquello que sientes y piensas. De ser capaz de escucharte a ti mismo y perseguir un objetivo sin dejarte llevar por las personas que te rodean. ¿Cuántas veces hemos escuchado eso de “no conseguirás este objetivo, es difícil emprender”, y luego la realidad ha sido que hemos conseguido nuestro objetivo? Pues bien, hoy hablaremos de cómo comportarse estóicamente puede ayudarte a emprender, a perseguir tus objetivos.
Pero antes de eso, una anécdota de viejestorio. ¡Esta vez de Adrià!
El caso es que hoy me ha explicado que estudió el estoicismo como parte de la asignatura de Filosofía en COU. Para los jovenzuelos, ese era el último año de escuela antes de ir a la Universidad en España, allá por los años 90. Las siglas de COU responden a Curso de Orientación Universitaria. Y Filosofía era una asignatura obligatoria. Revolucionario, ¿verdad?
Pues me contaba que las ideas básicas del estoicismo le atrajeron mucho. Era su época rebelde de pelo largo y camisetas de grupos de Heavy Metal. Al igual que la mía, bueno, yo sigo siendo amante del heavy y él también, sólo que en esa época no nos desprendíamos de nuestras camisetas y tampoco de las greñas. En fin, el caso es que él entendió el estoicismo como una forma de enfrentarse a la vida sin emociones, sin ser perturbado por el caos y el ruido. Y, claro, eso le moló mucho, y a quién no. Pero el caso es que las implicaciones que tiene el estoicismo son mucho más profundas.
Y él mismo nos lo va a explicar hoy en la sección.
Sección: El estoicismo
Ya que me ha tocado el lujo de cerrar temporada, quería hacerlo con un poco de filosofía, ya que espero poder aplicarla durante mis vacaciones (ajustando mi rutina) e inspiraros a que también lo hagáis vosotros.
Quiero romper una lanza por la filosofía. Muy poca gente, cuando se enfrenta a un problema, piensa: ¡ya tengo la solución: Filosofía! Pero es que en realidad este era el objetivo de Séneca y Epicurio: ayudar a la gente en sus problemas del día a día, no de forma teórica, sino práctica. Más recientemente gente Ryan Holiday y Alain de Botton se han propuesto acercar la filosofía a las masas.
Estos últimos años ha habido un renacido interés por el estoicismo, una filosofía milenaria. Gente como Tim Ferriss y varios CEOs súper populares como Arianna Huffington están enamorados de esta manera de pensar.
Parte de esta renovado interés ha venido por un autor muy popular, Ryan Holiday, que ha escrito libros como ‘El obstáculo es el camino’ (‘The obstacle is the way’) y ‘Estoicismo cotidiano’ (‘The daily stoic’). Ha sabido hacer esta filosofía milenaria relevante para el mundo de hoy. Se trata de ser firme cuando nos enfrentamos a lo imprevisible y permanecer en control de tus impulsos.
Y como parte más práctica de la sección, quería comentar ocho ejercicios o lecciones que Ryan Holiday considera básicos. ¡Aviso ya que soy un novato! Algunas cosas ya las estaba haciendo sin conectarlas con el estoicismo. Pero revisar estas lecciones mientras preparaba el episodio me ha servido mucho para generar nuevas ideas. Espero que os sirva también a vosotros. ¡Allá vamos!
- Levantarse temprano: Ya sale en las Meditaciones de Marco Aurelio (emperador romano) que estaba muy tentado a quedarse en la cama en vez de empezar a hacer las cosas que hacen los emperadores romanos, como invadir territorios vecinos y crucificar a inocentes. En realidad, la hora que te levantes es irrelevante siempre y cuando reserves un tiempo de tranquilidad para reflexionar sobre el día y empezar con buen pie. Ya lo hemos comentado en otros episodios, pero si lo primero que haces cuando te levantas es leer correos y mirar Twitter, tu día va a estar dictado por otros, no por ti mismo. Y no sólo se recomienda meditar y escribir un diario, sino también salir a pasear y disfrutar de la belleza de las cosas. Se pretende llevar esta tranquilidad e incluso humildad al resto del día. ‘Own the morning’, ser los amos de nuestra mañana. En cuanto a escribir un diario, no hay realmente manera de hacerlo mal. Se trata de plasmar lo que nos está pasando por la cabeza y establecer las intenciones del día. Un ejercicio que Ryan recomienda es el de Morning pages de Julia Cameron. Simplemente escribir lo primero que se te ocurra para aclarar tu mente.
- Gestión de expectativas: La gente piensa que los estoicos eran pesimistas. Pero en realidad lo que intentaban evitar los estoicos era ser sorprendidos, eran realistas. La idea es intentar anticiparlo todo. Es ir por el mundo siendo conscientes de que no solo lo que queremos que pase va a pasar, sino que todo es posible. Por ejemplo, si solo esperamos lo mejor de la gente, nos vamos a frustrar. En realidad, es probable que nos encontremos con gente maleducada, malos conductores, etc. Y no porque sean malas personas (de hecho estoy leyendo un libro brutal al respeto que da para escaleta) sino porque quizá hayan tenido un mal día o lo hayan hecho sin querer. También es posible que haya retrasos en los trenes o tráfico en la carretera. Si estamos preparados para todo esto, no nos debería afectar nuestros planes y, de manera más importante, nuestra felicidad personal. La realidad es que muchas veces hacemos que una mala situación sea mucho peor porque no estamos preparados y nos agobiamos. Aplicado al mundo de emprender, esto se puede traducir en hacer un pre-mortem. Es un juego de palabras – en vez de hacer una autopsia después de que el paciente haya muerto (post-mortem) la hacemos antes de que muera (pre-mortem). Miraremos todos los motivos por los que nuestra empresa podría palmar, no para desanimarnos, sino para estar preparados y tener un plan de contingencia. Personalmente, yo no soy muy bueno en este aspecto, mi optimismo me puede…
- Buscar la quietud: Blaise Pascal escribió: “All of humanity’s problems stem from man’s inability to sit quietly in a room alone.” Pensamos meditación de la tradición budista pero los estoicos llegaron a las mismas conclusiones sin conocerla. Los estoicos, sin tener smartphones, ya se dieron cuenta de que no somos muy buenos en multitasking y nos animan a dejar todas las distracciones y concentrarnos sólo en una tarea en cada momento. Y buscar momentos de calma, como una caminata en el bosque o nadar durante un buen rato. Yo creo que no hace falta desarrollarlo más porque hemos hablado mucho de ello y creo que hacemos un buen trabajo en este frente.
- Focalizarse sólo en lo esencial: Es uno de los motivos por los que no tenemos quietud. Nos comprometemos a hacer demasiadas cosas. Tiene mucha relación con lo que nos ha hablado Al ya mucho en este podcast y todavía más en el suyo: el minimalismo! Tenemos que decir NO (con mayúsculas) a las cosas que no importan para poder decir sí a las cosas que realmente importan. Como Derek Sivers dice: “If it’s not a hell yes, then it’s a no”. O, si lo miramos al revés, cada vez que decimos que sí a algo, por pequeño que sea, estamos diciendo que no a cosas que podrían ser mucho más importantes. Séneca decía: no es que nuestra vida sea corta, sino que malgastamos mucho tiempo. Y lo malgastamos porque no decimos no, no nos focalizamos en lo esencial. La clave es preguntarnos: ¿es esto esencial? ¿Por qué tengo que hacerlo? ¿Qué pasaría si no lo hiciera? Y ya la prueba de fuego de Marco Aurelio: “Tienes miedo a morir porque ya no vas a poder hacer esto nunca más? Tenemos que hacer menos, y esto nos permitirá hacerlo mejor. Hasta ahora pensaréis que los estoicos son pesimistas: pero aquí viene el siguiente ejercicio.
- Encuentra el bien en cada cosa: No podemos controlar lo que nos pasa… pero podemos controlar nuestra reacción a lo que nos pasa. Podemos escoger ver las cosas positivas de lo que nos pasa. Para mi, un ejemplo claro, ha sido esta pandemia. No he visto a mis amigos y familia durante meses, pero he podido tunear mis rutinas, probar cosas nuevas y frenar mucho mi ritmo de vida. Una distinción útil es pensar en términos de tiempo muerto y, en contraposición, tiempo vivo. Si estamos esperando el autobús (tiempo muerto) porqué no aprovechamos para una pequeña meditación o establecer conversación con los que tenemos al lado (tiempo vivo). El estereotipo injusto de los estoicos es que se resignan a lo que nos pasa. En realidad proponen que amemos lo que nos pase, que vayamos con la corriente. También es importante cambiar la perspectiva de nuestras obligaciones: esto no es algo que ‘tengo que hacer’ sino algo que ‘tengo el privilegio de poder hacer’.
- Sal a caminar: Los estoicos eran tan famosos por su filosofía como por sus caminatas. Nietzsche, Darwin, Newton, Einstein… también. El ejercicio es un extra, es más para conseguir a la vez que el cerebro se active y se calme. Además caminar nos conecta con nuestro entorno, viendo por ejemplo los cambios de estación. Si estamos demasiado ocupados podemos hacer otras cosas mientras caminamos: una llamada o escuchar un podcast. Yo a veces aprovecho para llamar a mi madre o escuchar un audio libro (este es mi secreto para leer tanto, hehe).
- Revisa cada día: Proponen que te sientes a pensar qué cosas han ido bien y qué cosas podemos mejorar – hábitos, reacciones, etc. ¿Hemos vivido la vida que queremos vivir? Yo, lo hago de alguna manera por la mañana en mi diario. Pero creo que habría mucho valor en hacerlo por la noche. Para aparcar pensamientos y reflexionar en qué cosas puedo mejorar. Me comprometo que a partir de ahora lo incorporaré en mi rutina y empezaré a hacerlo!
- Medita acerca de tu mortalidad: Personalmente… ¡Me cuesta un montón! El recordar que nuestro tiempo es finito nos ayuda a priorizar y nos da una lección de humildad, haciendo hincapié en cuán impredecible nuestra vida podría llegar a ser. Séneca dice, en uno de sus comentarios más provocadores: no pienses en la muerte como algo en el futuro (si llego a 85 años, pues todavía me quedan unos cuantos) si no en que cada momento que pasa se lo queda la muerte. Son momentos que ya no volverán. Así que prioriza, focalizate en lo esencial. El tiempo, sin lugar a dudas, es nuestro principal recurso, me atrevería a decir el único. Esta podría ser la última cosa que hagamos y por tanto, la tenemos que hacer bien, estar presentes y no darlo por sentado. Y por otro lado nos invitan a no tomarnos la vida muy en serio. ¡Nadie sale vivo de ella! Por eso es importante dar servicio a otras personas, tener un sentido del bien común. Y nos animan a ver el lado positivo: no controlamos el hecho de ser mortales, pero podemos controlar lo que hacemos en cada momento de esta corta vida que tenemos. Para los estoicos, la vida es un regalo y la filosofía es una manera de vivirla bien. Cada día tenemos una nueva posibilidad y si lo hacemos bien hoy, con los puntos que hemos comentado, nuestras probabilidades de tener una nueva vida incrementan exponencialmente.
Buff, un poco lúgubre este final, ¿no? Para no acabar así la sección, os dejo con una anécdota relacionada con el punto 5, que era el de encontrar el bien en cada cosa: Ryan Holiday en su libro ‘El obstáculo es el camino’ cuenta la historia de Edison, el inventor de la bombilla entre muchas otras cosas: está con su hijo yendo a su laboratorio y ve que el laboratorio está en llamas. Y va y le pide a su hijo que vaya a buscar a su madre porque no volverá a ver un fuego como este en su vida.
Debate y preguntas
- Ya he avisado, soy novato, pero ¿tenéis preguntas?
- ¿Qué idea tenéis de la filosofía?
- ¿Revisáis cada día?
- ¿Hacéis pre-mortems de vuestros proyectos? Y post-mortems…
- ¿Qué tenéis pensado hacer estas vacaciones? ¿Cómo vais a buscar la quietud y enfocarnos en lo esencial?
Enlaces de interés
- Estoicismo en Wikipedia.
- Definición de estoicismo en la RAE.
- Walking Mastermind, el podcast.
- Getting to Philosophy en Wikipedia.
- Notion.
- El lienzo de modelo de negocio.
- Alexander Osterwalder en Wikipedia.
Cierre
Gracias por estar ahí, al otro lado del micro. Nos despedimos hasta el primer miércoles de septiembre a las 12:12 horas. Aunque nos podéis escuchar cuando os dé la gana, que para eso esto es un podcast.
¡Hasta el primer miércoles de septiembre, os deseamos muy buenas y creativas jornadas! ¡Y felices vacaciones!
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