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Bienvenidas y bienvenidos a NTJ o No Tenemos Jefe, el podcast donde hablamos de emprender con valores o de vender un dibujo pixelado de la cara de un mono por un millón de dólares, ¡lo que nos dé la gana! Podemos ir de lo más técnico a lo más banal… si es que hablar de nuevas formas de vender arte (o lo que sea) es banal.
¿Y quiénes hacemos este podcast? Pues Alberto González, Adrià Tarrida, Roberto Aresena y un servidor, Valentí Acconcia, todos emprendedores con ganas de comprar NFT (pero no del retrato de un mono).
Empecemos con el tema de hoy que, como habéis podido comprobar, son los tokens no fungibles, más conocidos por NFT.
Me estoy haciendo viejo, lo reconozco. No me ha sido fácil entender el mundo de los NFTs, o bueno, quizás me subestimo y no he tardado tanto en entenderlo. Pero, vaya, que os aseguro que no ha sido tan fácil como aprender a montar en bicicleta. Aunque… eso no es tan fácil tampoco.
Bueno, que me lío, esto de los NFT no se puede reducir a comprar o no comprar un dibujo digital por Internet. Va mucho más allá de eso. Vamos a ver, ha costado años tener una tecnología que permita encriptar la información de tal forma que se sepa seguro la autoría y propiedad de un activo digital. Años. Y ahora, gracias a blockchain, se ha logrado solucionar este problema.
Ahora bien, esto de blockchain es muy amplio. Esta tecnología puede servir para crear una moneda virtual, un NFT o generar un contrato de seguro de vida o un testamento. La clave es entender que la cadena de bloques (traducción de blockchain) lo que hace es permitir que se transmita una información de forma súper segura.
Y luego llegó el arte.
El arte, qué bonito. ¿Puede una obra que te parecen cuatro rayas mal puestas venderse por millones? Sí, ya lo hemos visto. ¿Y qué diferencia hay entre eso y los NFT? Pues poca, o ninguna. Sin duda lo bueno de hacerte viejo es que ya las ves venir. Ves venir lo bueno y lo malo también.
Y el humano es como es, nos mola hacer cosas raras. Y, mientras sea sólo eso y no hagamos daño a nadie, a mí ya me va bien.
Vamos a por el episodio de hoy que os compartimos Adrià y un servidor.
Pero… ¿qué son los NFTs y para qué sirven?
Para empezar, vamos con la definición de manual de lo que es un NFT. Que, como buenos emprendedores digitales, vamos a extraer de Wikipedia.
Un token no fungible es un tipo especial de token criptográfico que representa algo único. Los tokens no fungibles no son, por tanto, mutuamente intercambiables. Esto contrasta con las criptomonedas como el bitcoin, y muchos tokens de red o de utilidad que son fungibles por naturaleza. Las cuatro principales características de los NFT es que son únicos, indivisibles, transferibles y con la capacidad de demostrar su escasez.
Vamos a destacar por partes cada una de las cuatro características de los NFTs para comprenderlos perfectamente.
En primer lugar son únicos, esto es muy importante. Los NFTs se están aplicando sobretodo a ilustraciones digitales. Convirtiendo dichas obras en únicas para luego poder venderlas al precio que coticen. Interesante, ¿verdad? Pero, por ejemplo, podríamos aplicar NFT a cualquier otro activo digital, como un tweet (cosa que ya ha pasado).
En segundo lugar, son indivisibles y esto es muy importante. La indivisibilidad (bonito palabro) de los NFT hace que no puedan dividir su valor. Por tanto, la compra de un NFT hace que quien compra se asegure el 100% del activo digital comprado.
En tercer lugar son transferibles, por tanto, se pueden comprar y vender. De ahí el mercado que ha surgido con los NFTs. Se ha creado una auténtica vorágine de compra venta y, como siempre, hay personas que se han enriquecido y otras que han perdido toda su inversión. Es como el mundo rodar, siempre ocurre lo mismo. Así que no vayáis por ahí pensando que esto es como jugar al euromillones y que te toque seguro. No, no lo es.
En cuarto y último lugar tienen la capacidad de demostrar su escasez. De esta forma podemos, por ejemplo, lanzar 100 NFT de una misma ilustración pero con pequeñas variaciones en cada una de estas 100 unidades. Se haría una ilustración y luego se crearían 99 versiones más con pequeñas modificaciones para ponerlas a la venta todas ellas. Es una práctica habitual la de crear estas “series” de NFT para poder generar recursos con alguna finalidad.
¿Y qué finalidad?
Pues aquí entramos en nuestro terreno, el de Adrià y mío, el crowdfunding. Resulta que crear NFTs y poner a la venta ciertas unidades limitadas con un valor y cierta exclusividad puede ser una forma de financiarse. Si, además, buscas comunicar el lanzamiento de dicho NFT a una comunidad y le pones un objetivo a esta campaña de lanzamiento, ya lo tienes.
Un ejemplo sería lanzar una serie de 100 ilustraciones para alcanzar 10.000€ de financiación y mejorar las instalaciones de un Santuario de animales. Mirad qué bonito ejemplo nos ha quedado.
Pero claro, he dicho euros, y eso queda muy antiguo. Pues sí, porque los NFTs normalmente se compran con criptomonedas. Ethereum especialmente. Eso sí, como siempre, puedes sacar la equivalencia en euros de cualquier magnitud monetaria de la campaña de lanzamiento (sea el precio de un NFT o la recaudación objetivo de la campaña).
Y ahora, hecha la introducción, vamos a presentar algunos ejemplos y plataformas asociadas al mundo de los NFT antes de entrar al debate.
- Opensea, el marketplace más popular, ha recibido más de $400m de inversión.
- Solanart, para comprar y vender NFTs.
- Rarible, otro marketplace de NFTs.
- Cryptopunks, avatares 8-bit nacidos al inicio de los NFTs.
- Heroes of the metaverse, un proyecto NFTs con muchas facetas.
- Saturno y sus NFT.
- NBA Top Shot: NFTs de jugadas de la liga de baloncesto más popular del mundo.
- Blockchain Goblins, el proyecto de Niko (que nos ayudó a entender este mundo).
Debate y preguntas
- ¿Hemos comprado NFTs?
- ¿Por qué lo hemos hecho o no lo hemos hecho?
- ¿Qué relación guardan las DAO con los NFTs?
- ¿Qué son las gas fees? Adrià nos lo explica.
- ¿Qué mecanismos se utilizan para hacer viral un proyecto NFT?
- ¿Qué aplicaciones le vemos a todo esto?
Cierre
Gracias por estar ahí, al otro lado del micro. Nos despedimos hasta el miércoles que viene a las 12:12 horas. Aunque nos podéis escuchar cuando os dé la gana, que para eso esto es un podcast.
¡Hasta el miércoles que viene, os deseamos muy buenas y creativas jornadas!
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