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Bienvenidas y bienvenidos a NTJ o No Tenemos Jefe, el podcast donde hablamos de emprender con valores o de la gran mentira (¿o no?) de que si te gusta tu trabajo ya no trabajarás nunca más en tu vida, ¡lo que nos dé la gana! Podemos ir de lo más técnico a lo más banal… si es que hablar de posibles mentiras extendidas en nuestra sociedad es banal.
¿Y quiénes hacemos este podcast? Pues Alberto González, Adrià Tarrida, Roberto Aresena y un servidor, Valentí Acconcia, todos emprendedores con ganas de creernos que no trabajamos porque nos gusta nuestro trabajo, de verdad que nos lo queremos creer.
Empecemos con el tema de hoy que, como habéis podido comprobar, es el análisis de si es cierto que si te gusta tu trabajo ya es como si no trabajases.
Siempre me han gustado las artes, lo sabéis. He dibujado cómics, tocado la guitarra, pintado al óleo y escrito mucho a lo largo de mi vida. Cuando estaba aprendiendo a dibujar cómics en la escuela Joso de Barcelona me vino una reflexión a la cabeza. Si esto que ahora es un hobby se convierte en mi trabajo, ¿seguirá siendo tan divertido? Es una pregunta que muchos nos hemos hecho. Y la respuesta, bajo mi punto de vista, es que no, no va a ser igual de divertido.
Cuando uno convierte una pasión en su sustento cambian mucho las tornas. Ojo, siempre defenderé que las personas se dediquen a aquello que les apasiona. Siempre, y digo siempre, es mejor un trabajo que te apasione que un trabajo que no lo haga. Al final nos pasamos muchas horas de nuestra vida trabajando, ¿cómo no va a ser mejor amar lo que haces? Sin duda lo es.
Ahora bien, de ahí a decir que si te gusta tu trabajo ya no vas a trabajar nunca, hay un abismo. Y uno enorme. No es verdad. En el momento en que un hobby se convierte en un trabajo ya no puedes elegir cuándo realizarlo, debes estar día a día trabajando en lo que te gusta para poder progresar profesionalmente. Eso unido a tareas que no te van a gustar y que van a rodear tu jornada.
Y ahí es cuando el trabajo se come al hobbie con patatas.
Sí, porque dibujar cómics está muy bien, pero escribir mails contestando a colaboradores, enviando obras a editores o buscando oportunidades para autopublicar tus obras ya no es tan divertido. Por no hablar de los plazos de entrega, que en el mundo del cómic es muy exigente. Te puede gustar mucho dibujar cómics, pero si haces de eso tu profesión, no lo dudes, tendrás días de mierda. Aunque hagas lo que te gusta, y eso valga la pena.
Y para hablarnos de todo ello hoy viene Rob (que estaba desaparecido) cual Robin acompañando a Batman. O más bien, en este caso, quizás sería Robin quien liderase a Batman, que Rob es mucho Rob.
Sin mayor dilación, vamos a por el episodio de hoy.
¿Esperamos demasiado de nuestro trabajo?
El origen del episodio de hoy viene de un artículo que nos compartió Val por el grupo del podcast. El artículo que hoy vamos a hablar es un fragmento del libro “No puedo más: Cómo se convirtieron los millennials en la generación quemada” de la periodista estadounidense Anne Hellen Petersen. Os dejamos el enlace en las notas del episodio.
El fragmento habla sobre las diferencias en la sociedad a la hora de conseguir un trabajo en las últimas generaciones en comparación con generaciones pasadas. En el pasado cuando muchas más personas se convertían en minero, panadero o agricultor mayoritariamente lo hacían porque era lo que hacían sus padres, o porque era la opción más viable y no se podía contemplar otra.
Sin embargo, desde hace unas generaciones socialmente se ha vendido mucho la idea de buscar un trabajo que se adecue a las expectativas de sus padres (estable con un salario decente), que tenga cierto estándar social (sea una empresa guay) y que cumpla con un objetivo que se ha vendido desde que eran pequeños: que le apasione y sea feliz en su trabajo.
Sin embargo, este último pensamiento puede ser muy peligroso porque puede hacer que jóvenes creyendo que va a ser un trabajo que te va a hacer feliz y te apasione, acepten condiciones casi de miseria solo por tener el “honor” de desempeñarlo. Al centrarnos en la pasión, se nos olvida que al final del día solo se trata de un trabajo y tu vida no puede ser solo eso.
Como hemos dicho muchas veces aquí, es cierto que pasamos la gran parte de nuestra vida trabajando y lo ideal sería tener algo con lo que estemos cómodos y nos guste lo que hacemos, pero no se nos puede olvidar que un trabajo es un trabajo.
Por otra parte, la realidad acaba llegando a todos esos ideales culturales y demuestra que por mucha carrera universitaria o buenas universidades, el trabajo no llega nada más terminar porque sí una carrera universitaria. En mi caso personal, tengo muchísimos amigos que han tenido problemas para encontrar su primer trabajo tras terminar la universidad y si lo han encontrado es de unas condiciones pésimas.
Por otra parte, tengo amigos que trabajan en trabajos con baja formación y que tienen mejores condiciones desde el mínuto uno que entraron hace años. Al final, no debemos olvidar que el mercado laboral, como bien dice la palabra, es un mercado y una “mierda” de título universitario no dice practicamente nada. Hay que buscar la forma de moverse y aportar valor.
Volviendo al fragmento del libro, Anne Helen comenta el discurso de nuestro recurrente Steve Jobs o Steve Jobs, prefiráis. En concreto, menciona el discurso famoso que dió en la universidad de Stanford: “Vuestro trabajo va a ocupar mucho tiempo de vuestra vida, y la única forma de sentiros verdaderamente satisfechos es hacer aquello que creáis que es un gran trabajo. Y la única forma de hacer un gran trabajo es amando lo que hacéis. Si aún no lo habéis encontrado, seguid buscando. No os conforméis”.
Este lo compara con una integración trabajo-vida abocada al desastre. Un poco lo que antes mencionábamos. Es decir: lo que nos gusta se convierte en nuestro trabajo; nuestro trabajo se convierte en lo que nos gusta, ¿podemos salir de eso?.
Este punto, por mi parte, es el que me pareció más interesante. Esta misma semana lo hablaba con varios amigos de que soy un workaholic.
Soy consciente de que tengo un problema de que en cierta manera me gusta lo que hago y en mi cabeza se me pasa más de una vez en mi tiempo libre ponerme a cerrar ese último email, hacer una gestión o terminar unas líneas de código porque en cierta manera quiero como seguir avanzando y me gusta hacerlo.
De pequeño tengo vídeos con 6-7 años inventándome que tenía un negocio y tenía papeles como para gestionarlo y me pasaba horas moviendo papeles e imaginándome gestiones con fichas de cliente o tickets.
Por una parte, puede ser una ventaja pero, a la vez, una gran desventaja porque a pesar de que tengo hobbies (me gusta leer cómics, libros o ir muchísimo al cine) es cierto que en los últimos años ese afán por el trabajo ha superado al resto de hobbies y no puede ser bueno.
Tengo amigos que son buenos en el trabajo pero no tienen esa pasión ni de lejos y me he dado cuenta que por eso mismo, tienen mayores facilidades para desconectar del trabajo.
A mi, me es difícil y con los años lo consigo hacer cada vez más y me fuerzo, pero en cierta manera me cuesta mucho porque me gusta. Y lo curioso de todo esto que luego debatiremos es que en mi familia y entorno yo no he tenido nunca una influencia de que pueda trabajar en algo que me apasiones, casi más bien al contrario de lo que dice Anne. Pero eso lo debatiremos más adelante.
Por último, Anne añade que en “hacer lo que nos gusta” podría encontrarse cualquier trabajo en el que hagas algo que te guste. Pero los trabajos mayormente “amados” son trabajos con cierto caché social, en los que uno tiene poca supervisión o trabaja para sí mismo (mirar el nombre de este podcast), o trabajos considerados socialmente como guais (abogados, profesores, médicos, etc.).
Trabajos con los que los niños sueñan con ser de mayores, pero que la propia deseabilidad los hace insostenibles porque no solo pueden existir esos trabajos. Es decir, se nos olvida de nuevo la importancia de aportar un valor diferencial al mercado. Para filtrar en esas profesiones, se inventan cada más titulitis o formación con el mero hecho de poder filtrar de una forma sencilla entre tantos candidatos.
En definitiva, ¿tiene sentido vender el trabajo como que pueda ser algo que te apasione? ¿Han estado las últimas generaciones influenciadas por estos pensamientos o es solo cosa de Anne? ¿Debemos ser fríos y pensar que el trabajo es un trabajo y punto?
Para hablar de eso y más, ¡vamos al debate!
Debate y preguntas
- ¿Creéis que habéis sido influenciados por la sociedad en lo que debe ser un buen trabajo para vosotros?
- Discursos como los de Steve Jobs u otros no mencionados como Elon Musk, etc. ¿Creéis que pueden ser malos? ¿El nombre de nuestro podcast puede estar influyendo también? ¿Somos unos putos flipados?
- Por otra parte, viviendo en la época con las oportunidades que tenemos, ¿creéis que somos demasiados tiquismiquis con encima ponerle excusas de que la sociedad “nos oprime”? Es decir, antes te tocaba ser minero y es lo que había, se acabó. Ahora encima que no ocurre eso, ¿nos vamos a quejar de lo que la gente nos diga?
- ¿Creéis que siempre habéis buscado un trabajo que os apasione? ¿os ha preocupado eso o no? Si es así, ¿a partir de cuando en vuestra vida os ha ocurrido?
- ¿Os consideráis workaholics? Si lo sois, ¿creéis que es porque sois apasionados en lo que hacéis o por otros motivos?
- En concreto tengo un amigo que siempre me ha defendido esto, que sea lo que sea lo que hagas, el trabajo es trabajo y por mucho que quieras siempre va a ser una mierda. En la última parte he estado de acuerdo en que siempre va a ver mierda y cosas que no te gusten, nunca he sostenido lo contrario, pero ¿no tiene sentido que busquemos algo que nos guste más? ¿o deberíamos ser fríos siempre y tener muy en cuenta la frase de “HAZ LO QUE TE GUSTA Y SEGUIRÁS TRABAJANDO EL RESTO DE TU VIDA”?
Enlaces
- Can’t Even: How Millennials Became the Burnout Generation
- HAZ LO QUE TE GUSTA (Y SEGUIRÁS TRABAJANDO EL RESTO DE TU VIDA)
Cierre
Gracias por estar ahí, al otro lado del micro. Nos despedimos hasta el miércoles que viene a las 12:12 horas. Aunque nos podéis escuchar cuando os dé la gana, que para eso esto es un podcast.
¡Hasta el miércoles que viene, os deseamos muy buenas y creativas jornadas!
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