Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar
Bienvenidas y bienvenidos a NTJ o No Tenemos Jefe, el podcast donde hablamos de emprender con valores o de cómo brilla la pantalla de nuestro iPhone, ¡lo que nos dé la gana! Podemos ir de lo más técnico a lo más banal… si es que hablar del iPhone de uno es banal.
¿Y quiénes hacemos este podcast? Pues Alberto González, Adrià Tarrida, Roberto Aresena y un servidor, Valentí Acconcia, todos emprendedores con dispositivos Apple.
Empecemos con el tema de hoy que, como habéis podido comprobar, es la compañía de la manzanita y cómo nos tiene encandilados o cabreados, dependiendo del momento.
Estoy un poco nervioso porque hoy hablo de un tema que nos toca a todos de cerca. Tengo a algunos de mis compañeros de podcast con su flamante MacBook Pro M1 y yo sólo soy un triste pecador con mi MacBook Pro Intel. ¿Qué me pasará hoy? ¿Perderé el poco prestigio que me queda? ¿Tengo todavía prestigio? Si lo tengo seguramente lo acabe perdiendo en la cena de Navidad de NTJ, que se aproxima, y os adelantamos que no será delante de nuestros ordenadores…
En fin, al tema. Mi noviazgo con Apple (yo no me caso con ninguna marca, pero de novios puedo andar toda la vida) empezó con un iPad que me compró mi mujer cuando estábamos en Projeggt (la plataforma de crowdfunding que montamos con Alberto). Me acuerdo perfectamente que el siguiente paso fue pillarme un iPhone 4S, el primero que tuve. Y lo hice ligado a una operadora (de cuyo nombre no quiero acordarme) para que me saliese más barato (fue la primera y la última vez que hice una tontería de ese estilo, el resto de dispositivos siempre los he comprado directamente en Apple Store).
Y, como siempre, tras el conocerse brevemente y empezar el noviazgo, viene el subidón. En mi caso con el mejor ordenador que he tenido en mi vida hasta la fecha. Un MacBook Air del 2013 que todavía tira a las mil maravillas. Un ordenador estable, que me enseñó las maravillas del Mac OS (sistema operativo de Apple) y cómo se entendían perfectamente bien mi iPad, mi iPhone y el ordenador. Un lujo.
Y así llegamos al primer punto negativo de mi historia, pero, como buen contador de historias, os voy a dejar con el cliffhanger hasta que empiece la sección, que hoy lidero yo mismo. ¿Queréis saber cómo mi noviazgo con Apple acabó pasando por momentos delicados? Pues a seguir escuchando, que al final del episodio tendremos debate de lo lindo con mis compañeros.
¡Empezamos!
Sección
Lo primero, chicos, una pregunta: ¿Cómo estáis y cuántos dispositivos Apple tenéis ahora mismo al alcance de la vista?
Tengo que reconocerlo, os he mentido pero sin querer. Ahora mismo acabo de recordar que antes del iPad que me regaló mi mujer yo ya tuve un dispositivo Apple. Un mítico iPod. Ya no me acuerdo de qué generación pero diría que era de segunda o tercera generación. Bueno, dicho esto vamos a ver algunas cositas de Apple, desde el punto de vista de un consumidor como yo mismo.
Los inicios con Apple, el enamoramiento
En Apple saben lo que es vender, son los reyes del marketing (con el permiso de Disney). Entras en una de sus tiendas y te lo llevarías todo. Y si encima hablas con el personal de tienda, les dirías que te pusieran 2 de cada cosa. Eso es importante, porque es como la primera cita que tienes con alguien. Y quien entra en una Apple Store se lleva una buena impresión.
Tras la adquisición de un producto Apple pueden darse dos escenarios. El primero, que suele ser el más habitual, es que no tengas problemas hasta que decidas cambiártelo por otro nuevo. Lo segundo, que también ocurre, es que el producto no funcione como debería. Vamos a ver qué ocurre en los dos escenarios.
Escenario positivo: Todo va sobre ruedas
Si todo va bien, Apple es simpática. Es un novio o una novia que te sonríe en cada cita. Consideran que sus productos son perfectos y les gusta que todo el mundo los sienta así. Por ejemplo, si vas con tu iPhone XS a cambiarlo por un iPhone 13 todo irá bien. Te darán 190 euros por el reciclaje de tu dispositivo y por unos 750€ puedes tener tu iPhone nuevo.
Si has contratado Apple Care y no lo has usado, también te da la sensación de que estás seguro, al cobijo de la gran manzana que no te dejará tirado nunca si tu dispositivo falla. Por algo es Apple, la perfección hecha empresa.
Pero, ¿qué pasa si las cosas no van bien? Vamos a verlo.
Escenario negativo: Hay fallos e informas de ello
Pueden haber varios posibles fallos en un dispositivo Apple, básicamente los voy a dividir en fallos de hardware y fallos de software. Pero antes, voy a listar los dispositivos que he tenido y si me han dado fallos o no y de qué tipo.
- iPhone 4S: Sin fallos
- iPhone 8: Sin fallos
- iPhone XS: Sin fallos
- iPad 1: La batería se infló y podía explotar el dispositivo, me hicieron reciclaje.
- iPad 2: Sin fallos
- MacBook Air: Sin fallos.
- MacBook Pro 2016: Numerosos fallos de hardware y software que luego comento.
- MacBook Pro 2017: Numerosos fallos de hardware y software que luego comento.
- MacBook Pro 2020: Fallos leves de software.
La primera vez que fui cabreado a una Apple Store fue con mi MacBook Pro 2016. Quedará mal decirlo pero cuido mis dispositivos como si fueran parte de mi cuerpo. Fui por varios motivos, uno de ellos era el desgaste de las teclas que habían sufrido con menos de 1 año de uso. ¿Qué me dijo el técnico? Que no había fallos, y que el desgaste de las teclas era normal. ¿Veis normal que una tecla de un ordenador de 2.000 euros se desgaste con menos de 12 meses de uso? Yo no. Además de ese problema, el dispositivo se calentaba con mucha facilidad y tuvo algunos problemas con su pantalla. Se apagaba sin motivo en muchas ocasiones y me llegó a dar miedo que el ordenador me dejase tirado. Debido a eso acabé cambiando dispositivo al año siguiente. No olvidéis que el ordenador es mi principal herramienta de trabajo.
La segunda experiencia negativa fue con mi MacBook Pro 2017. Seguí con el tema de las teclas, pero esta vez la cosa se desmadró hasta tal punto que 2 años y medio después de tener el dispositivo las teclas me saltaban del teclado. Sí, como lo escucháis. Durante el confinamiento de 2020 estuve tecleando con una de las teclas literalmente despegadas del teclado y muchas otras sueltas. A todo ello se añade un problema de software que llevo arrastrando desde mi primer MacBook Pro. El Finder. El sistema de búsqueda de carpetas por colores no me ha funcionado nunca bien. Y es muy molesto buscar archivos por el nombre cuando lo tienes todo bien organizado por colores y carpetas. Además, en ocasiones Finder tampoco te encuentra bien los archivos por nombre.
Todo ello me llevó a pasarme por una tienda Apple en 2020 cuando nos dejaron salir de casa en el confinamiento. Vamos, que vienen curvas. Fui para allí esperando hacer lo que siempre había hecho, cambiar mi dispositivo por otro y llevarme un nuevo MacBook Pro. Pero no, no se pudo. Al tener las teclas en mal estado me dijeron que primero tenía que cambiar todo el teclado con el servicio técnico y luego reciclarlo. Así que regresé a casa con el ordenador de las teclas despegadas porque no me daban la opción de reciclaje inmediato. Se tenían que quedar mi ordenador durante un plazo que podía alargarse a 3 semanas. Demasiado tiempo. Decidí hacer la reparación mediante el servicio de Apple Care para luego hacer el reciclaje online, habiéndome comprado ya un ordenador nuevo, un teclado externo y un trackpad externo. Para no quedarme tirado.
¿Me dieron ordenador de cortesía? No, Apple ya no da ese servicio aunque tengas Apple Care. Tuve que comprar un ordenador nuevo esperando a recibir el anterior arreglado y ver si me daban algo por él en Apple.
Como siempre con Apple, la compra fue perfecta. Pude poner el ordenador anterior ya reparado para el reciclaje porque calculé el tiempo para que me llegase reparado con el margen suficiente. De ese modo me quedé sin equipo 1 semana en lugar de 3 semanas. Pero cuidado con el reciclaje. Recibieron mi ordenador, con un teclado nuevo recién reparado por ellos, y el cargador, y me dijeron que no me podían dar más de 100€. Evidentemente para un ordenador que 2 años y medio antes había costado 2.000€ no me parecía justo. Así que pedí que me lo devolvieran para venderlo por mi cuenta.
¿Y sabéis cómo me llegó el dispositivo? Con un golpe en la parte inferior y sin el cargador. Reclamé ambas cosas y todavía sigo esperando respuesta de Apple. Me dieron número de incidencia y todo, pero nunca me respondió nadie. Ya cansado lo dejé estar. Ya tenía mi ordenador nuevo, el actual, que por lo pronto me funciona bien.
Eso sí, 1 mes después de comprar mi MacBook Pro 2020 salieron los nuevos MacBook Pro M1 que son mejores que los Intel (como el que yo tengo). Qué mala suerte tengo. ¿O quizás es que algo no funciona en Apple?
Abrimos debate.
Debate y preguntas
- ¿Qué opinión tenéis de mi mala suerte con Apple?
- ¿Cuál fue vuestro primer dispositivo Apple?
- ¿Y el último que habéis adquirido?
Cierre
Gracias por estar ahí, al otro lado del micro. Nos despedimos hasta el miércoles que viene a las 12:12 horas. Aunque nos podéis escuchar cuando os dé la gana, que para eso esto es un podcast.
¡Hasta el miércoles que viene, os deseamos muy buenas y creativas jornadas!
Deja una respuesta