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Bienvenidas y bienvenidos a NTJ o No Tenemos Jefe, el podcast donde hablamos de emprender con valores o de cómo trabajar desde la cocina de tu casa, ¡lo que nos dé la gana! Podemos ir de lo más técnico a lo más banal… si es que hablar de tener despacho en tu casa es banal.
¿Y quiénes hacemos este podcast? Pues Alberto González, Adrià Tarrida, Roberto Aresena y un servidor, Valentí Acconcia, todos emprendedores con despacho, aunque nuestro despacho pueda ser un Starbucks.
Empecemos con el tema de hoy que, como habéis podido comprobar, es el trabajar desde un sitio fijo, tener despacho, aunque sea tu casa.
Hoy en día el trabajo desde cualquier lugar está de moda. Es un hecho. Y, como nos explicará Roberto en el episodio de hoy, lo que hemos vivido con la reciente pandemia ha acentuado esta moda. Que, de hecho, más que una moda es una tendencia. O, si queréis, una tendencia que está de moda (chiste fácil).
Como viene siendo habitual en mis introducciones os voy a explicar una anécdota personal. Cuando compramos el piso donde ahora vivimos siempre tuvimos claro que una de las habitaciones sería “el despacho”. Es decir, aquel espacio donde íbamos a trabajar con nuestros ordenadores el fin de semana. En aquellos momentos yo no era emprendedor, trabajaba por cuenta ajena. Pero ya tuvimos claro que necesitábamos una habitación en casa a modo de despacho. Quizás la experiencia de mi mujer como trabajadora autónoma tuvo mucho que ver. Aunque, si soy sincero, yo nací en una casa en Argentina con un despacho fantástico desde el que mis padres trabajaban. Así que es algo que siempre he tenido claro. Tu casa, o tu piso, da igual, si eres una persona que ama su trabajo, debe tener despacho.
¿Y por qué pienso eso? Pues básicamente porque cuando uno trabaja desde casa cuesta mucho separar espacios. Y si, encima, uno no tiene un sitio fijo para trabajar, entonces se empieza a picotear con el portátil trabajando desde cualquier parte. La cocina, el salón de estar, la entrada o incluso el lavabo… cualquier habitación puede ser un sitio desde el que trabajar. Y eso no es bueno. Básicamente porque si no pones límites físicos tu casa acaba siendo un gran despacho, y entonces es imposible desconectar.
¡Y hay que desconectar! Si no lo hacemos corremos el riesgo de ver como nuestra productividad se va al garete (ya lo hablamos en este episodio). Así que vamos a darle paso a Roberto, Rob, que nos ha preparado un episodio de lujo para aprender sobre lo que significa, hoy en día, tener un despacho.
¡Adentro sección!
Sección: Tener despacho donde sea
El tema de hoy creo que es algo “en tendencia”. No solo para hablar de dónde y cómo podemos trabajar como emprendedores en cierto modo “digitales” sino porque con la situación histórica que estamos viviendo con la crisis del COVID-19, el “teletrabajo” ha cogido todavía más importancia. Es obvio que toda la población o sino la mayor parte, dadas las medidas que tuvimos que tomar a consecuencia de la epidemia, tuvo que trasladar su trabajo a casa y empezar a teletrabajar por obligación. De ahí, algunas empresas (las que más ruido han hecho ha sido las grandes, las tochas) tras pasar por este modelo, han dado la noticia que se mantendrán así. Pero, ¿lo conseguirán? ¿tiene esto siempre sentido? ¿Un ”no a las oficinas” es el futuro del trabajo? En fin, ¡vamos al lío!
Para empezar a tratar el tema (como buen fan de WordPress), creo que es necesario citar a Matt Mullenweg. Matt es el creador de WordPress y actualmente el CEO de Automattic la empresa detrás del servicio de WordPress.com, WooCommerce o Tumblr. Automattic tiene 1234 empleados a día de hoy y trabajan como ellos bien dicen, de forma distribuida (que no es trabajo en remoto). Es decir, han conseguido montar una gran compañía internacional con empleados por todas partes del globo y sin la necesidad de que hagan uso de una oficina (aunque las tienen). Por ello, es considerado como una figura relevante en esto del trabajo distribuido. Importante aquí: trabajo distribuido es aquel en el que se asignan tareas a personas para que las haga por su cuenta pero además tiene como objetivo la formación de equipos para que trabajen de forma colaborativa sin importar la localización geográfica de cada miembro.
De hecho, Matt nos propone la pirámide de los cinco niveles de autonomía para explicar esto:
- En el nivel cero, considera aquellos trabajos que no podemos hacer a no ser que físicamente estemos allí. Es decir, por ejemplo, un jardinero, un fisio, etc.
- En el nivel uno, sitúa a la mayoría de compañías. No hay un esfuerzo para que se pueda trabajar de forma remota aunque podrían y si que son capaces de hacerlo durante un día o dos si hay una emergencia. Pero por lo general, el trabajo solo ocurre en el tiempo, con el material y lugar marcado por la compañía. Los trabajadores no disponen de un equipo para hacer nada y, como comenta, lo más seguro es que incluso para acceder a servicios básicos como el email, tengas que conectarte a través de una VPN mal hecha. Evidentemente, no estaban preparadas para esta situación.
- En el nivel dos, es donde la mayoría de compañías se han encontrado ante el COVID-19. Han aceptado que el trabajo va a ser remoto pero simplemente se han basado en adaptar y en empezar a utilizar herramientas como Microsoft Teams o Zoom. Sin embargo, la cultura y organización de la empresa no han cambiado y han dado por hecho que todo se puede mantener igual aunque estén en casa. Todo el día se basa en interrupciones, donde las reuniones continuas no se han cancelado y existe un estrés continuo para saber cómo manejar la situación y las tareas.
- En el tercer nivel, se empieza a apreciar el beneficio y inicio del uso del trabajo distribuido. Se invierte en equipos para los trabajadores, desde un ordenador cómodo con el que trabajar hasta un buen escritorio o lámpara. Se utilizan las herramientas en base a las necesidades de la cultura y organización del trabajo y no al revés. También se suelen planificar reuniones presenciales, en un mundo sin pandemia, para que los empleados se conozcan y establezcan relaciones más personales.
- En el nivel cuatro, donde ellos se sitúan, es donde el trabajo transcurre de forma asíncrona. Donde se evalúa a la gente en base a lo que produce y no en base a cuándo, ni en cuánto tiempo ni cómo lo hacen. La confianza es el pegamento y la base de la compañía. Todos tienen poder decisión y se sienten empoderados para tomar decisiones de alcance dentro de la organización. La retención de los empleados aumenta y se invierte más en formación. Todos los empleados tienen un buen equipo y espacio de trabajo propio que dan envidia a cualquier persona que trabaje en una oficina y la organización es verdaderamente inclusiva, donde cada uno de los empleados tienen una buena vida social y sienten que todos pueden hacer el trabajo libremente a su manera.
- Finalmente, el nivel 5 (cuyo repito ellos tras años dicen que todavía no han alcanzado) sería, como él dice, el nivel Nirvana. Donde tu empresa distribuida funciona mejor que cualquier organización con trabajo presencial haría. Aquella donde todos los trabajadores tienen tiempo para tener una buena salud física y mental, se sienten creativos y simplemente, disfrutan.
Es cierto que algunas de las descripciones que describe en los últimos niveles parecen muy edulcoradas pero, yo sí creo que en un futuro, algunas compañías (y repito algunas y muy pocas), podrán llegar a alcanzar esto. Y es aquí donde creo que resolvemos las preguntas que al principio planteamos. Sinceramente, tal y como grandes empresas muy tradicionales han pasado del trabajo presencial al “remoto”, la cosa va a durar en un corto periodo de tiempo. Porque a eso que llaman trabajar en remoto, no lo es. Porque no están ni mucho menos preparadas y sobre todo creo que no han entendido el concepto. Un ejemplo muy claro que veo aquí es cuando un conocido que trabaja en inversión en la Caixa, me contaba que en su “trabajo en remoto” al principio ni le dieron equipo, le obligaba a trabajar con el pc de sobremesa de la oficina y acabaron llevándole a su casa (en concreto a su habitación), un Windows XP lento y tosco. Las manos en la cabeza cuando escuchas que alguien “tan pobre” como La Caixa hace esto y le llama trabajo en remoto. Y bueno, así, cientos de compañías.
Y ¿por qué he metido este rollo cuando se supone que tenemos que hablar de cómo nosotros como emprendedores trabajamos en remoto? Porque creo que todo se puede resolver en un hecho simple y es que descanso u ocio y trabajo deben separarse. Podríamos haber hablado de cómo debe ser tu mesa o qué gadgets de último modelo debes utilizar en tu despacho para estar cómodo pero no creo que sea el punto de este capítulo (para eso ya está la gente de NordicWire). Creo que debemos entender qué es el concepto y luego como siempre, ir probando aprendiendo y adaptarlo a nosotros. Pero en conceptos claves, considero que:
- Llamémosle despacho, coworking, habitación u oficina, si que veo esencial tener un espacio de trabajo. Y con esto me refiero, a un sitio dónde estar solo para trabajar. Donde te sientas cómodo, creativo y libre para hacerlo. Donde puedas concentrarte y olvidarte del resto. Distanciado de tu ocio y vida personal. Y esto no solo es importante para ti sino cómo hemos estado comentando, es más importante que lo tengas claro si quieres montar un equipo en remoto. Creo que una empresa que quiera esto, debe invertir en una buena mesa, silla y portátil mínimo por tus empleados o en pagar su coworking más cercano porque sino no puedes ni exigirles lo mismo ni esperar que se puedan conseguir los mismos resultados. Evidentemente, si no puedes todos estos gastos no tienes porque hacerlos desde el minuto uno pero sí que creo que deberían estar en tu roadmap. Si vamos a cambiarnos al trabajo en remoto para ahorrarnos el alquiler de la oficina, ni lo planteemos. De hecho creo que un equipo distribuido puede llegar a ser incluso más caro que en una oficina. No solo estamos hablando de que hay que invertir en el espacio adecuado para cada miembro de la compañía sino en las herramientas adecuadas para organizarnos en base a nuestra cultura y en el tiempo y procesos para desarrollar esta. En concreto, de aquí tomo un ejemplo que por suerte a mi situación familiar ajetreada yo no he padecido, pero creo que muchos padres suelen cometer. Y es el poner el escritorio para que el niño o niña estudie, en su habitación. Creo que es un error tremendo. Estudiar debe verse como trabajar y, a día de hoy, con la cantidad de distracciones que encima tenemos, no podemos hacer que nuestros hijos asocien su espacio para descansar donde además tienen que estudiar o trabajar. Entiendo que esto no es siempre posible pero creo que es un factor que la mayoría de gente no tiene en cuenta y es muy importante.
- Se debe respetar el tiempo ajeno. Esto es importante en todos los casos pero creo que con más hincapié en el trabajo en remoto. Es decir, que estés en remoto no implica que a cualquier hora o momento del día puedas molestar al otro o que puedas hacer reuniones que se extiendan por horas. Por favor, respetemos el tiempo ajeno. A toda hora. Y aquí iría incluso otro punto más, tengamos todo esto en cuenta no solo para nuestra empresa, empleados y nosotros mismos sino también con nuestros clientes, proveedores y todos los stakeholders de nuestro entorno. El horario laboral debe ser el mismo y creo que deberíamos ir con el objetivo de reducirlo a menos. No confundamos la “libertad” de poder trabajar donde quieras al poder molestar e interrumpir cuando quieras.
- Las relaciones humanas son esenciales y estar distribuidos no implica que no debamos quedar físicamente de vez en cuando o incluso dispongamos de un espacio opcional para hacerlo. Como bien comenta Matt, la confianza es el pegamento de Automattic y para conseguir eso no se hace simplemente hablando para trabajar, creo que se consigue también creando experiencias y relaciones personales entre cada trabajador de la empresa. Recordemos que somos animales, humanos y la tecnología no debe llevarnos a dejar de relacionarnos.
En conclusión, ¿tienes un espacio de trabajo? ¿puede que tu espacio de trabajo te esté haciendo ser menos eficiente? ¿Crees que entiendes bien el concepto de trabajo en remoto? ¿lo estás aplicando no solo internamente sino externamente? En fin, creo que es una reflexión interesante y espero que la sección os haya aportado algo. Ahora, vamos a lo mejor:
¡¡¡Sinjefers!!! ¿Cuál es nuestro oficio?
¡AL DEBATE! ¡AL DEBATE! ¡AL DEBATE!
Debate y preguntas
- ¿Qué opináis de lo que hemos hablado? ¿Estáis de acuerdo?
- ¿Dónde trabajáis vosotros? ¿qué preferís despacho en casa o ir a un coworking? ¿veis mucha diferencia?
- Principalmente para los daddys del grupo, ¿cómo hacéis vosotros para conciliar el trabajo en casa con la familia? ¿os es muy difícil? ¿algún consejo de algo que hayáis aprendido y que podáis compartir?
- ¿Qué opináis de que con la situación actual muchas empresas quieran hacer el cambio al teletrabajo? ¿creéis que lo conseguirán? ¿opináis, como he comentado que malinterpretan esto del “teletrabajo”?
- ¿qué opinas de las empresas que hacen jornada a medias, es decir, unos días en remoto y otros no?
- Por último, ¿algún gadget tonto que tengáis en vuestro despacho?
Enlaces de interés
- La barba de Matt Mullenweg.
- NørdicWire: vídeo de Desk Setup
- Lista de ruido de oficina en Spotify.
- Cerveza hecha con levadura de barba.
Cierre
Gracias por estar ahí, al otro lado del micro. Nos despedimos hasta el miércoles que viene a las 12:12 horas. Aunque nos podéis escuchar cuando os dé la gana, que para eso esto es un podcast.
¡Hasta el miércoles que viene os deseamos muy buenas y creativas jornadas!
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