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Bienvenidas y bienvenidos a NTJ o No Tenemos Jefe, el podcast donde hablamos de emprender con valores o de cómo aprendimos a tocar la guitarra, ¡lo que nos dé la gana! Podemos ir de lo más técnico a lo más banal… si es que hablar de aprender a tocar la guitarra es banal.
¿Y quiénes hacemos este podcast? Pues Alberto González, Adrià Tarrida, Roberto Aresena y un servidor, Valentí Acconcia, todos emprendedores con ganas de tocar la guitarra (aunque a veces tengamos la afición un poco olvidada, menos Adrià, claro).
Empecemos con el tema de hoy que, como habéis podido comprobar, es la importancia de las aficiones en nuestra vida.
Hoy veremos qué importancia tienen las aficiones en nuestra vida diaria. Por qué hay cosas que nos enamoran y que luego las dejamos de lado. Por qué hay gente que es feliz con una afición en la vida, que mantienen durante años, y otros que saltamos de afición en afición. Comprobaremos qué tipo de personas somos, tanto nuestra querida audiencia como nosotros. Y haremos un divertido juego hacia el final del capítulo.
Como habéis podido comprobar tengo la voz de un camionero después de una noche sin dormir, pero igualmente prometo hacer un episodio a la altura. No me rindo fácilmente, ni soy de los que fallan a grabar un episodio que me toca grabar. Llamadme cabezota, y tendréis razón. Porque lo soy.
¿Podéis aguantar un día entero sin tocar ninguna de vuestras aficiones? Yo es muy raro el día que no me dedico algo de tiempo. Pueden ser 30 minutos o quizás 60 o algo más. Ahora soy padre y tengo obligaciones, pero me gusta cuidar lo que me gusta. Me define. Sin esas aficiones no soy yo y tampoco puedo ser la mejor versión de mí mismo. Así de directo os lo digo.
Ahora mismo escribo esta escaleta escuchando Hammerfall, una banda de power metal sueca que encanta (y, si Odín quiere, veré en directo el año que viene). Una vez un conocido me dijo que esa música metal la dejó de escuchar de jóven, que no era música para adultos. Ya, que se lo digan a Rob Halford (frontman de Judas Priest de 69 años de edad). El amor por la música metal es una de esas aficiones que no he dejado nunca ni tampoco dejaré.
Y hoy descubriremos los motivos, de esa afición que no dejé y de las que no habéis dejado vosotros y vosotras. ¿Empezamos? ¡Pues vamos allá!
Sección
Soy un hombre de muchas aficiones. La primera que tuve, muy de pequeñito, fueron los coches. Mis padres me llegaron a contar 100 coches de juguete. Mi abuela paterna no podía evitar comprarme uno cada vez que lo pedía. Sí, me malcriaba, como buena abuela.
Luego me dio por dibujar unos rectángulos con 4 protuberancias extrañas que mis padres no sabían qué eran. Me preguntaron y les dije que eran coches vistos desde arriba. Claro, fliparon un poco. El dibujo es, quizás, la segunda afición más importante que he tenido. Bueno, no, miento, antes vino la construcción con Tente.
Tente era un juego de construcción español que compitió con Lego, creado por la empresa EXIN (los del Cinexin) en el año 1972 (antes de que yo naciera, soy viejo, pero no tanto). Dejó de fabricarse en el año 2007. Pues bien, al tema, que me llegué a construir la nave del Capitán Harlock, la Arcadia, con Tente. ¿Que quién es el Capitán Harlock? Ya llegaremos, tranquilos.
En paralelo podríamos decir que empezó mi amor por la música. Ya desde muy pequeñito escuchaba The Carpenters por mis padres, esa fue una buena influencia. Aunque también escuchaba a Serrat y Ana Belén y Victor Manuel, quizás por eso ahora escucho metal, hahaha, para huir de ese recuerdo de infancia, hehehe. Fuera bromas, el caso es que no podía parar de interesarme por más y más grupos. Recuerdo que un día en casa de un amigo del cole, al reconocer yo la canción Faith de George Michael, me preguntaron si tenía hermanos mayores que me inspirasen. Tengo hermano, pero 6 años menor que yo. Para mí eso define una afición, cuando te pilla tan fuerte por algo que no puedes evitar que te absorba completamente.
Cuando tenía entre 12 y 14 años llegó a mis manos un disco de la banda de Power Metal alemana Helloween.. Y ahí empezó una de las grandes aficiones de mi vida hasta el día de hoy. Afición de la que ya os he hablado. Iron Maiden, Guns N’ Roses, Metallica, Megadeth, KISS, Judas Priest… Pero también bandas de rock como Pearl Jam (el grunge me pilló fuerte) o Nirvana, entre muchísimas otras. Lo que tenga guitarra me motiva (con la salvedad de Daft Punk y algunas pinceladas de música electrónica que no puedo dejar de amar tampoco).
Y así llegamos a la guitarra, mi primer intento por tocarla también fue sobre los 12 o 14 años. Pero me cansé de que el profesor intentase enseñarme “Los Elefantes que se balanceaban” y lo dejé. Al cabo de los años fue mi segunda ronda, cuando ya trabajaba en Mediaset. Ahí le metí caña hasta el punto de que mi mujer me regaló una Gibson para mi 31 cumpleaños. Vaya joya de guitarra.
Tengo que hacer mención también al cine, los libros, los cómics, las series y los videojuegos. Aficiones que hoy en día mantengo bien activas. Será una mención breve y luego pasaremos a hacer un juego muy divertido. El que os he prometido al principio del episodio.
La primera película que me marcó fué E.T. el extraterrestre. De ahí mi afición por la ciencia ficción que me ha llevado a amar series como “V” o “Lost”, por mencionar dos de ellas. También a leer como un poseso a Asimov e incluso meterme en la fantasía con George R.R. Martin.
Los videojuegos merecen un capítulo aparte. Pero bueno, tampoco me voy a extender. Mi primer contacto con ellos fue en casa de mi amigo Jaume (Jau) con su Spectrum. Pero luego siguió con la NES de Nintendo y la Megadrive. Hasta llegar a mi primer PC, un Amstrad al que le metí mucha caña con el California Games y otros juegazos.
Y los cómics, ¡ay los cómics! Además de estudiar dibujo en la Joso Cómic durante 4 años, soy un coleccionista de cómics. También de juguetes de los 80. Podríamos decir que el coleccionismo de juguetes también es otra de mis aficiones. Los primeros cómics que me pillaron fueron los de los Transformers, en paralelo con Spiderman. Luego llegaron otras joyas de DC como Batman y, por supuesto, editoriales noventeras como Image que también ocupan buena parte de mis estanterías. El manga me pegó fuerte con Akira pero luego ya con Dragon Ball empezó un viaje que dura hasta el día de hoy. No sólo con manga, también con el anime. Afición que comparto con mi mujer Carmina.
En fin, la pregunta del millón es. ¿Por qué mantenemos ciertas aficiones y otras no? ¿Y por qué hay gente con tantas aficiones y otras con pocas? Para verlo haremos un ejercicio. ¡Empezamos!
El ejercicio de las aficiones
Cada persona debe listar sus aficiones y decir por qué las empezó a tener, y si las mantiene o no, explicando el motivo de que las mantenga o las haya abandonado. ¡Empiezo yo!
- Val: Música metal, Manga / Cómics, Cine friki, Coleccionismo, Guitarra, Videojuegos.
- Rob: Cine, Marvel, DC (cómics), Teatro
- Ad: Música metal, tocar música, juegos de mesa, fotografía, videojuegos, deporte (hacerlo y no verlo!)
¿Y vosotros y vosotras, jugáis?
- Audiencia
Debate y preguntas
Reflexiones sobre por qué las aficiones nos ayudan a ser productivos y ser “nosotros mismos”.
Cierre
Gracias por estar ahí, al otro lado del micro. Nos despedimos hasta el miércoles que viene a las 12:12 horas. Aunque nos podéis escuchar cuando os dé la gana, que para eso esto es un podcast.
¡Hasta el miércoles que viene, os deseamos muy buenas y creativas jornadas!
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