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Bienvenidas y bienvenidos a NTJ o No Tenemos Jefe, el podcast donde hablamos de emprender con valores o de tener nuevas ideas, ¡lo que nos dé la gana! Podemos ir de lo más técnico a lo más banal… si es que hablar de generar ideas es algo banal.
¿Y quiénes hacemos este podcast? Pues Alberto González, Adrià Tarrida, Roberto Aresena y un servidor, Valentí Acconcia, todos emprendedores que tenemos alguna que otra idea (Rob, la mayoría de las veces, tiene malas ideas, que no es lo mismo que ideas malas).
Empecemos con el tema de hoy que, como habéis podido comprobar, es reflexionar sobre las ideas y cómo las generamos en nuestro día a día como emprendedores.
Las ideas están sobrevaloradas, lo importante son los proyectos. Hecha esta declaración de intenciones voy a explicaros mi anécdota de abuelo cebolleta de esta semana. Cuando tuve la “idea” de crear una plataforma de crowdfunding al estilo Kickstarter, en el año 2010, poco me imaginaba lo que iba a venir a continuación.
Un primer aspecto que diferencia una idea de un proyecto es el equipo con el que te rodeas. Yo, con mi feliz idea de plataforma, no hubiera llegado muy lejos solo. De hecho, seguramente si lo hubiera intentado no hubiese podido plasmar mi idea en algo tangible. Y ahí es donde voy. Ideas se tienen todos los días, pero la ejecución es lo complicado. Y en esa ejecución normalmente se involucran nuevas personas.
Emprender es un juego de equipo. Aunque estés solo en casa trabajando con tu ordenador, deberás colaborar con otras personas para llevar a buen puerto tus ideas. De hecho, desde el momento que empieces a dar forma a esas ideas, pasarán de ser ideas a ser proyectos. Y esa diferencia marca el destino de cualquier iniciativa empresarial o emprendedora.
Con los años me he hecho más prudente a la hora de liarme la manta a la cabeza. ¿Y sabéis el motivo? Ahora comprendo bien la diferencia entre idea y proyecto. Sé que cualquier idea que quiera llevar a cabo tendrá que tener una inversión por mi parte. En tiempo y dinero. Además de, como os decía, una inversión buscando equipo de colaboradores o socios que puedan trabajar conmigo en dicha idea. Para transformarla en un proyecto.
Pero bueno, como se suele decir, y es cierto, todo empieza con una idea. Así que hoy Alberto González nos va a hablar de cómo generarlas para luego, si queremos, convertirlas en proyectos.
¡Adentro sección!
Sección
Bueno, como es habitual en mis secciones: nunca se me ocurre que contaros en el podcast. Hemos hablado de tantas cosas que a veces pienso que se nos queda corta la lista de items. ¡Vaya turra que damos cada semana a nuestros oyentes!
Hoy quiero hablar de ideas y reflexionar un poco sobre el tema. Es posible que la escaleta de hoy sea un poco corta porque quiero enfocarme más al debate, no obstante para profundizar un poco en tema ideas hay un episodio de Adrià, concretamente el 57 donde hablamos de creatividad: 57: No sin creatividad | No Tenemos Jefe.
Poniendo el foco en el tema de hoy, a veces siento que se ha dado la vuelta a la tortilla, os cuento: yo siempre he sido una persona curiosa y eso me ha permitido expandir mi mente permitiéndome a su vez pensar más ideas dado la inspiración externa de la propia curiosidad. Hasta aquí todo guay. Qué ocurre, que hace 10 años cuando empecé a emprender no tenía ni puta idea de nada pero tenía muchas ideas y conforme ha ido pasando el tiempo se ha dado la vuelta a la tortilla, ahora creo que sé más pero no tengo tantas ideas. Creo que tiene sentido desde el punto de vista de que tengo más experiencia y por tanto filtro automáticamente las pajas mentales aunque también creo que influye el hecho de que el mundo ha cambiado y hay mucha más gente pensando ideas, emprendiendo y creando cosas maravillosas. Esto hace que el filtro sea aún más grande. Ojo, no me malinterpretéis, me parece genial que el mundo avance y yo avance con él pero es cierto que siento que se va perdiendo esa “inocencia” y ese “está todo por hacer” de cuando estás empezando y sientes que tienes una máquina de ideas en tu cabeza.
Dicho esto, creo que también dentro del mundillo emprendedor se ha quemado demasiado el concepto de “las ideas”. Creo que todo el mundo las tiene y no por eso tienen por qué ser exitosas o incluso escuchadas (un poco como las opiniones). Muchas veces las desechamos o guardamos en el cajón y no pasa nada. En mi caso por ejemplo intento cada vez dedicar más tiempo a hacer cosas que no tengan que ver con emprender o crear cosas para salir de la burbuja y dejar que la mente juegue con la curiosidad y la creatividad de las cosas cotidianas. Recuerdo perfectamente que hice una newsletter (sí, tengo una newsletter acumulando polvo que algun dia retomare) sobre este tema. Vivimos en la era de la sobreinformación. Odio profundamente el ritmo de “cada día X cosa” “cada semana Y cosa”. Sinceramente no pasa nada por no tener nuevas ideas super geniales, de hecho fijaros que este episodio ha surgido precisamente de no saber de qué hablaros hoy. Prefiero mil veces más estar 1 mes sin novedades si eso implica que voy a tener un podcast, newsletter o cualquier contenido que sea de calidad y que aporte valor frente a que me frían el cerebro con bullshit.
Me gustaría pasar al debate y que me comenteis que sentís al respecto y si haceis algo al respecto para estar frescos.
Debate y preguntas
- ¿Tenéis esta misma sensación de limitación de pensamiento de ideas?
- ¿Qué hacéis para volver a estar frescos o jóvenes en pensamiento de ideas?
- ¿Es la sabiduría un idea-killer? ¿Nos hacemos conservadores del emprendimiento?
- ¿Estáis cansados del contenido y de consumir contenido?
Recursos
- Conviértete en una máquina de ideas – James Altucher
- Separar la fase de ideación de la fase de análisis de ideas – Ozan Varol
- Attention diet – Mark Manson
Cierre
Gracias por estar ahí, al otro lado del micro. Nos despedimos hasta el miércoles que viene a las 12:12 horas. Aunque nos podéis escuchar cuando os dé la gana, que para eso esto es un podcast.
¡Hasta el miércoles que viene, os deseamos muy buenas y creativas jornadas!
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